25 de octubre de 2011

Blogueguería 19: La historia de un beso

No sabría decir si la imagen que siempre he visto de una de las fotografías más míticas del siglo pasado es ésta:


Aunque puede que se trate de esta otra:


Los protagonistas, obviamente, son los mismos, el encuadre es diferente, como también lo es el autor de cada una de las imágenes.
La foto superior la recogió el objetivo de la cámara de Victor Jorgensen, fotógrafo de la armada estadounidense, el 14 de agosto de 1945 en Times Square, día en el que Japón se rindió a las tropas aliadas, lo que supuso el final del que hasta hoy es el conflicto bélico más sangriento de la historia. La foto se publicaría días después en el New York Times.

La foto inferior es obra de Alfred Eisenstaed, al que se le acusó de manipular la primera imagen, cosa que Eisenstaed siempre negaría, afirmando que él se encontraba allí, intentando captar las instantáneas de la celebración del final de aquella guerra, cuando le llamó la atención un joven marinero que iba besando eufóricamente a todos los que se encontraba a su paso. Su foto fue portada de la revista Life.

De aquellas declaraciones de Eisenstaed se deduce que aquella pareja protagonista del mítico beso, icono del apasionamiento y la euforia del regreso a casa, no se conocían de nada, como así lo confirmó casi tres décadas después su protagonista femenina, la enfermera Edith Shain: "El muchacho me agarró y yo cerré los ojos. Le dejé besarme, porque había estado en la guerra, luchando por todos nosotros, y me sentí feliz de hacerlo. Después me dejó sola y me marché". Edith Shain escribió una carta al fotógrafo a finales de los setenta, identificándose como la protagonista de tan mítica foto. En 1945 tenía veintiseite años, y trabajaba por aquel entonces en el Doctor’s Hospital de Nueva York.
Edith Shain murió en junio del año pasado, a los noventa y un años de edad.

A día de hoy, sigue siendo un misterio la identidad de aquel apasionado soldado protagonista del beso más famoso con el que selló el final de una guerra.

2 comentarios:

  1. La semana pasada estuve en el hospital para chequeo medico. Mientras esperaba mi cita vi en la tele que la guerra en Libya ya ha terminado. De inmediato miré por alrededor, agarré una enfermera más guapa y empecé a besarla ... Casi me arrestaron y amenazaron con una demanda por acoso sexual. Y para el colmo de desgracias mi mujer ni quiere hablar conmigo. Y yo solo quise convertirme en una celebridad como este soldado. ¡Tanta injusticia! :)

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  2. Eres un incomprendido, Dim, unos alcanza la gloria (aunque nunca se supiese su identidad, el soldado se hartó de dar besos como este aquella mañana... A saber dónde y cómo finalizase aquel día) y a ti te quieren poner una demanda por acoso. Tú lo has dicho: ¡tanta injusticia! Si hubieses pedido a un amigo fotógrafo que se hubiese personado para inmortalizar el momento, tal vez hubise resultado más creíble. Mucho me temo que el fallo estuvo ahí.
    Un abrazo ; )

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