25 de noviembre de 2011

Blogueguería 26: Fracaso

Esta entrada sería más propia de El diario de un nadalista, que compruebo que su última entrada está dedicada también a un fracaso: la muerte de Simoncelli. Arriesgar y perder. En cualquier caso, la muerte, además de poner fin al misterio de la vida, es la putada más grande que nos tiene reservado el destino. Y mientras llega, la vida y sus intríngulis comprenden ese gran misterio que es vivir.

Leía esta tarde un estado de la página oficial de Nadal, en facebook, acompañado de una foto a contraluz de un Nadal tímido, escondido en su propia sombra. Un Rafael Nadal que no pasa por su mejor momento, una vez más. Un Nadal abatido, moralmente minado. Ya sufrió una etapa parecida hace un par de años, cuando muchos que se llaman sus seguidores lo daban por acabado. Tras superar aquello, volvió a ser número uno, volvió a emocionarnos en la pista de tenis y les devolvió la fe a los incrédulos. Quienes amamos el deporte, no solo como entretenimiento sino como filosofía de vida, interiorizamos ese fracaso por lo que conlleva: un esfuerzo no recompensado, un tiempo que parece perdido, una búsqueda de recursos ineficaz y un desgaste psicológico y físico cuyo resultado es el fracaso. Como diríamos en enfermería cuando un paciente, a pesar de poner todo de su parte, no logra los objetivos marcados: Un manejo ineficaz del régimen terapeútico. Un irse de las manos la situación sin poderlo evitar.

Coincidía con esta mala racha profesional y de contínuas lesiones, una mala racha personal: la separación de sus padres. Coincide ahora, o eso se lee en prensa, otra mala racha afectiva: desavenencias con su entrenador, y tío del deportista, Toni Nadal. Y no es extrañar que esa desarmonía afectiva con el hombre que le enseñó a jugar al tenis con la zurda siendo diestro, que le ha ayudado a crecer profesional y humanamente desde que pisó una pista de tenis, influya decisivamente en el desgaste del gran luchador.

Suele pasar, el desajuste emocional que todo intríngulis vital  provoca, nos descoloca, nos desarma, nos hace bajar el rendimiento y dejamos de estar al cien por cien, incluso nos resentimos físicamente, como si nuestro sistema inmunológico se abandonase igualmente a ese desorden que parece imponerse. Es entonces cuando hace su aparición el fracaso, ese decepcionante sentimiento que trae consigo su reducido tallímetro y su ánimo gris, nos sentimos diminutos y la tristeza parece envolverlo todo, como una niebla espesa que se aferra al asfalto sin dar opción a la claridad.
La vida nos empuja (como un aullido interminable, dejó escrito Goytisolo) y hay que aprender a aprovechar la fuerza de su empuje sin descalabros, tal vez entenderla como un deporte, y un buen deportista sabe que toda sensación de fracaso es pasajera.

4 comentarios:

  1. Iniesta casi se queda sin mundial por una serie de lesiones musculares causadas por la depresión por la muerte de Dani Jarque, capitán del Español, y amigo íntimo del Manchego. Iniesta fue un afortunado que pudo cerrar el duelo con la camiseta blanca dedicando su gol más importante, el de la final del mundial, a su amigo muerto. Iniesta no ganó un mundial... dejó marchar por fin todos sus fantasmas.

    A Nadal lo veo deprimido hace muchísimo... o hasta las pelotas de soportar cómo sus articulaciones se descoyuntan por llevarlas siempre al 120% de su capacidad. Me llamó la atención una vez que dijo en una entrevista que no recordaba haber jugado sin dolor. Ese sufrimiento continuado no puede ser nada sano para la cabeza. No sé... el deporte individual no me gusta tanto como el colectivo porque no tienes a nadie en el que apoyarte. Eres tú contra la nada... porque tarde o temprano siempre llega la nada, y te pasa por encima.

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  2. Oh, sí, aquel gol estaba claro que era mucho más que la conquista de un sueño imposible... Era una cuenta pendiente, fue un bálsamo. Todavía me emociono recordando esa carrera enseñando la camiseta con el nombre de Jarque. ¡Grandioso!

    Sí, en Nadal hay algo más que la mala suerte de las lesiones, se percibe, es más un estado anímico ajeno a las pistas de tenis.
    Menos mal que la vida no es un solo ante el peligro (aunque a veces sí), pero normalmente encontramos en quien apoyarnos, no estamos solos.

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  3. Buenos días!
    Escribo furtivamente desde el Apple Store de Covent Garden (y digo furtivamente xq los dependientes no hacen más q preguntarme si necesito algo, como intuyendo queno voy a comprar nada).
    El motivo de mi estancia en Londres es la Copa de Maestros de Londres y, como no podía ser de otra manera, vi el partido de Rafa vs Tsonga. Ahora no tengo mucho tiempo para explicarme, pero simplemente dirè que Rafa nos va a dar aún muchas alegrías, estoy seguro. Atraviesa un momento delicado, pero lo superará, estoy seguro.
    Abrazos!

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  4. ¿Fer? ¡Qué grande esto del avance tecnológico!
    Claro que las dará, y si en algún momento llega la retirada, nadie se acordará de estos momentos de flaqueza, porque ya tiene reservado palco de honor en la historia deportiva mundial.

    Abrazos.

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