28 de febrero de 2012

Blogueguería 55: Un solo de batería

Tengo la sensación de caminar sola desde hace mucho tiempo, como esos peregrinos que encontrábamos por las carreteras comarcales en nuestro viaje por La Rioja. Caminaban orillados, con todo lo necesario en sus mochilas que se adivinaban ligeras, otras no tanto. Nos cruzábamos con alguno, y unos cuantos kilómetros después con otro, y con otro... con su paso firme y acompasado. Me preguntaba si su camino no les resultaría más ameno con alguien con quien ir charlando, compartiendo el cansancio y el asombro a la par. Me sorprendí al reconocerme envidiando esa soledad, esa sensación de equilibrio y de paz del caminante,  en la que el pensamiento, a su libre albedrío, pudiera darse a la distracción o a la atención, y ese no tener que dar cuentas de sus pasos, tan solo ir en busca de la suerte del camino.

Al principo, esa sensación de caminar en solitario me resultaba abrumadora, con cierta carga de nostalgia, como cuando mi hermana se marchó de casa a vivir su aventura, tras la llamada, que ella dice, "no te he elegido, he sido elegida", con aquella pesadumbre de nuestro cuarto vacío, el que ambas habíamos compartido desde niñas. Sentía algo así como una obligada e incómoda soledad. Luego me he acostumbrado, como el solitario peregrino, como me acostumbré a aquel cuarto para mí sola. Tal vez esa ha sido mi manera de resolver ausencias y alguna que otra adversidad: intentar llenar espacios, aunque mi voz resuene en ellos como en el vientre de una enorme tinaja. Unas veces lo consigo, y otras, no tanto.

A veces me invade la decepción, un cansancio psíquico, el  desaliento de ver cómo se pasa la vida (no, no voy a encarrilar el verso de Jorge Manrique, pero podría, porque también algo de eso hay), o como se viene de manera inesperada, se trunca, se viola su ley, la de la vida... Es ley de vida que los hijos sobrevivan a los padres, es ley de vida que dos personas que han envejecido juntas envejezcan juntas hasta el final de sus días...

Debería ser ley de vida, de convivencia, ayudarnos unos a otros a crecer, apoyar y facilitar las ilusiones o los proyectos de quienes tenemos al lado, y o ser un obstáculo por miedo a perderlos, a que se vayan, a que las nuevas aspiraciones les puedan abrir caminos nuevos. Deberíamos dejar que cada uno alcance su propio éxito o su fracaso, la conquista de esos vitales espacios para poder ser lo que se quiere ser y no lo que se espera que seamos. Sin ninguna duda nos equivocamos en la manera de encauzar las relaciones personales y sociales que confunden inmovilismo y rutina con estabilidad. Una sociedad que avanza está en constante renovación, su inmovilismo la desestabiliza y es el principio de su fin. Nada permanece estático en el tiempo, porque el tiempo es movimiento y el ser humano una constante búsqueda de sí mismo.

Tal vez estoy cansada de hundir el culo en un sofá, que a veces siento que me traga cual arenas movedizas. Será por eso que me gusta salir a correr, es la única manera de sentir el corazón latiendo por las venas, acelerándose en el pecho... bum bum bum bumbumbum, como un solo de batería que solo yo puedo sentir. Un insistente solo de batería que a veces parece decirme que no pare, que siga, que toda frontera es producto de la imaginación, que toda autolimitación es destructiva y alienante, y que mañana tal vez sea demasiado tarde...

4 comentarios:

  1. "El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan..."

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  2. “.. ayudarnos unos a otros a crecer, apoyar y facilitar las ilusiones o los proyectos de quienes tenemos al lado”

    Cuanto te entiendo. Nada más me siento delante de mi computadora para aprender algo nuevo o crecer en algún sentido, oigo la vos de mi mujer: “querido, ¿no te importarías sacar la basura? o ¿hágame el favor de lavar los platos? o ¿puedes poner tus prendas esparcida por toda la case en tu armario? A veces quiero convertirme en un peregrino en La Rioja :)

    Saludos

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  3. "...y con todo esto llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir..." Y no tardaría en morir.
    Nada tan cierto como cruel: el tiempo es breve, las esperanzas menguan.

    Dim, tú sí que sabes hacerme reír ;), ni nuestro humor inteligente ni leches... Lo que tu mujer intenta con todo eso es tu propia superación personal, que seas consciente de aptitudes propias que tal vez ignoras. Está claro que te ayuda a crecer, a superarte jaja.

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  4. Mi hermana hizo el camino este verano y las llanuras castellanas, con ese sol implacable, son matadoras para alguien más acostumbrado al fresquete de los valles del norte. Volvió con un montón de amigos. Se camina solo pero se descansa acompañado. Algo así entendí de lo que iba contando. Creo.

    La vida es un sinsentido, absoluto. Me maravilla la gente que pese a ese pensamiento os habéis creado un mundo alrededor. Yo he sido incapaz.

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