26 de abril de 2012

Blogueguería 67: Claudicación I



Se rinde el cuerpo
y así siente los días
y su peso,
como filos de hielo
penetrando asesino
sobre la piel desnuda.

Y así es el dolor al descarnarse:
interminable, profundo...
como el quejido de una madre.

Se han rendido mis ojos,
pesados como húmedos toldos,
a punto de venirse abajo,
caídos,
resignados a mirarse los pies.

Se han rendido mis manos,
que ya no anhelan tu cuerpo
que recorrer
con caricias muertas...

Se han rendido mis pies,
hasta aquí han llegado
supurando sus grietas...
Ahora toca caminar descalza
por tu playa desierta,
hasta que nunca vuelvas.

2 comentarios:

  1. Regresaria, o mejor dicho, jamás me iría.
    A pesar de todo no estamos solos, Carmen López.
    Y permíteme que te diga que eres una mujer bellísima, por dentro y por fuera.

    A tus pies.

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