4 de septiembre de 2013

Blogueguería 197: Propositos...

Lo he puesto en plural, propósitos, pero en realidad es en singular, porque sólo es uno,  que posiblemente no cumpliré, es un aborto anunciado de propósito, un No- propósito, que diría Laporte, Eduardo. Pero hoy se cumple, porque escribí ayer. Me he propuesto escribir todos los días en este blog, aunque sea una línea, como una obligación. Pero me conozco, las autobligaciones terminan creándome serias tensiones cuyo resultado es el abandono. Nada como que la palabra fluya como el vómito inesperado de un volcán, lanzada como una piedra, aunque sea a mi propia cabeza. Es cuando mejor me siento. La palabra rebuscada, los sentimientos censurados por la mesura del lenguaje son otra de esas cárceles que conforman nuestra vida.

¿Y qué es la escritura sino liberación? Otro acto vital como respirar, alimentarse, reproducirse, descansar... Quien así lo siente, muere un poco cuando esta se resiste a fluir, como ese corazón hipertrofiado tras la insistente resistencia de las venas al paso de la sangre. La escritura es ese maravilloso acto de inconsciencia, como esa vida que discurre a su antojo por dentro del cuerpo: pulmones que se expanden, corazón que se contrae, savia roja cediéndose el paso por canales perfectos que van y vienen a su antojo, ajenos a nuestra voluntad, tan sólo un presentimiento de que algo sucede por dentro y la estimulante sensación  de estar vivos.

Procuraré que así sea, un pequeño acto inconsciente, vivificante, aunque la cita sea obligada con tan despejada ventana de Blogger y su cursor parpadeante a la espera de la primera palabra. Sí, así lo voy a hacer. Todos los días un pequeño intento de liberación, aunque sea una única palabra... Y en estas estoy, escribiendo sobre de la liberación de la escritura antes de salir a la calle a patear la ciudad en esta ya casi tardía hora vespertina. Rebusco al azar el libro de hoy. Le tocó a Fernando Aramburu, algo olvidado y repretado en la estantería. Lo libero a él también. 'Yo quisiera llover', al azar un par de versos:

Sabes que hoy tengo prisa de viajar dentro del pecho
de un pájaro distante.


1 comentario:

  1. Te leeremos con gusto. Y, sí, la escritura tiene algo de cosa inconsciente, "sonámbula", que decia en su blog Muñoz Molina hace poco.

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