1 de octubre de 2011

Blogueguería 12: Febril

Ha sido una noche febril: primero sudor, luego escalofríos, después una constante alternancia a medida que iban pasando las horas... El comienzo de un proceso vírico que elige el fin de semana para evitar dos malas mañanas de trabajo.

El sueño de la fiebre produce monstruos. Imágenes que parecen provenir de una historia que aún esté por contarse, en blanco y negro... Creo haber leído que los sueños no tienen color. Así son los míos, como aquellas viejas fotografías en grises, que más que una foto parecía una pintura a carboncillo. Desdibujados, una fuga.
He soñado que Europa se iba a tomar por culo. La decadente Europa. La vieja Europa con bastón sin mando. El bloque europeo que puso sus energías en un mercado y una moneda única. La zona euro... me recorre un escalofrío por el cuerpo (éste nada tiene que ver con el febril, más bien con el miedo) al comprobar que si se me traba un poco la lengua me sale la zona Cero. La hegemónica Europa, con el imperio español, el imperio inglés y el emperador Napoleón a quien, después de la fatigosa estrategia bélica, le gustaba hacer el amor con una ardiente Josefina que oliese a hembra.

En mi sueño, la Torre Eiffel era un amasijo de hierro doblegado. Roma volvía a arder ante la mirada impávida de un Berlusconi desatado en dementes carcajadas. Madrid había sido invadida por legiones de ratas, los transeúntes sorteaban con sus prisas y sus pies descalzos a lo roedores. Les saltaban a la cara y les comían los ojos. La gente gritaba histérica mientras las ratas parecían haber creado un entramado sobre el suelo con un imparable fluir. El Partenón de Atenas se había venido abajo, sus columnas inexplicablemente se habían pulverizado... Los informativos echaban humo, las redes sociales también... La tercera guerra mundial había llegado y nadie había disparado ni un solo misil, ni un solo movimiento bélico. Era el caos.

No lo voy a negar, la crisis, a falta de desgracias personales, me quita el sueño, no mucho, porque soy de buen dormir salvo cuando el calor aprieta o la fiebre despunta, pero sí lo suficiente para quedarme dormida con cierto desasosiego, porque, a la postre, la crisis nos afecta en mayor o menor medida a todos, y termina siendo de alguna manera una desgracia personal. Que se lo digan a los usuarios catalanes en lista de espera para extirpar el cáncer que les come las entrañas literalmente.

A pesar de ésta, seguimos haciendo el amor. A pesar del miedo y de la incertidumbre que nos invade, hacemos el amor para mitigar la soledad del guerrero en mitad de la batalla. Seguimos levantándonos cada mañana, como si nada, y yendo al trabajo, quien lo tenga, como si nada. Seguimos guardando cola en el supermercado o en el cine, como si nada. Seguimos tomando las cervezas de los viernes, como si nada. Se suceden los meses, las estaciones... el tiempo, que al final son años, y aquí estamos, como si nada. En definitiva, seguimos viviendo, como si nada.

Tal vez, entre sueños en blanco y negro y picos febriles de un termómetro digital, se nos revela que ha llegado el momento de un cambio radical, que no podemos seguir siendo como éramos porque el mundo ya no es el que era, que ha llegado el día en el que ya no podemos seguir como si nada.

23 comentarios:

  1. Iba a comentar alguna cosica, pero me siento ignorado (Veanse todos mis comentarios en este tu nuevo blog)

    Así que, como persona educada que soy, aprovecho pa despedirme.

    Saludics Car maja
    Fue un placer (de verdad)

    ResponderEliminar
  2. ¿No estarás diciendo eso en serio, Pat!!!?
    Ignorarte a ti? ¡Nunca!, oye, de verdad, perdona el descuido, que no ha sido ignorarte ni mucho menos, ¿como uedes pensar eso?...

    Como desaparezcas pensaré que eres un enfadite... Comenta, comenta, comenta, ¡Comenta!!!!
    ¡Abrazos!

    ResponderEliminar
  3. Estos días no hago más que hablar con gente que tiene algún virus. La verdad es que sí que crea desasosiego el tema de la crisis, pero hay que intentar que no se convierta en el tema principal del día, porque el pesimismo, al igual que los virus, es muy contagioso.

    Ay Gorka, qué gracioso eres jejeje.

    Abrazos para los dos!

    ResponderEliminar
  4. Estimada Señora Doña El Patio,

    No se preocupe Vd. demasiado por esos sueños y ensueños. Lo que pasa es que estamos instalados en el Capitalismo salvaje, que es una especie de monstruo que acabará comiéndose y devorándose a sí mismo.

    Antes teníamos como alternativa las zonas de influencia de la Unión Soviética, es decir, el Socialismo Real, con una perspectiva de Comunismo, una utopía en la que todos seríamos iguales, pero ahora ya no queda nada de eso.

    Como alternativa sólo nos queda LA NÁUSEA de J. P. Sartre.

    Que tenga Vd. dulces sueños, por lo menos en este Sábado, porque ya se sabe, Sábado, Sabadete....

    Le envío un abrazo respetuoso.

    Antonio

    ResponderEliminar
  5. Hay que vivir siguiendo las palabras de famosa Madame de Pompadour, “después de nosotros, el diluvio” jeje

    ResponderEliminar
  6. Afortunadamente ya no existen los países comunistas porque habrían aprovechado ya para que la guerra que sufrimos sin sangre derramada hubiera sido con muertos, miles, millones... con los que cimentar el paraiso que no existió jamás. Como en la primavera de Praga, con los tanques por la calle, por ejemplo o la Stasi de 1984. En fin...

    Cuando lees la prensa española durante la segunda guerra mundial, la gente vivía como si nada. resultados deportivos al lado de partes de guerra y avances y retrocesos del frente de batalla. por ejemplo.

    Ah, y si el capitalismo es salvaje el socialismo real es una salvajada. Lo que nos faltaba para salir de una gripe... una pulmonía.

    ResponderEliminar
  7. Estuve en la Unión Soviética en la época del Socialismo Real, por los años 80. Allí no encontré ni prostitutas, ni parados, ni mendigos, ni delincuencia, ni niños abandonados o descuidados, ni niños sin escolarizar, ni hambre, ni miseria, ni gente aburrida de la vida, ni analfabetos, ni gente con hambre, ni nada de eso.

    Volvía a Moscú hace tres años. Me encontré con la ciudad más cara del mundo y con prostitutas, parados, mendigos, delincuencia, niños abandonados o descuidados, niños sin escolarizar, hambre, miseria, gente aburrida de la vida, analfabetos, gente con hambre, y eso también, ricos muy ricos y gente ostentosa, pero muy pocos.

    ResponderEliminar
  8. Redios...

    ¿Y pasaste por siberia? Curiosidad.

    Estuve en Berlin hace seis años y he vuelto este año. No encontré policía loca y fanática ni delatores en todas las esquinas, como hasta el 89.

    ResponderEliminar
  9. No, no estuve en Siberia, y fue porque no quise, porque me movía por la Unión Soviética, Moscú incluida, con total libertad.

    De todas formas, como creo saber por dónde van los tiros, pienso que a los delincuentes es mejor llevarlos a realizar trabajos útiles que tenerlos en las cárceles viviendo a costa de los impuestos que pagamos todos, con toda clase de comodidades.

    La auténtica reinserción social está más cerca del trabajo que de la holgazanería.

    ResponderEliminar
  10. Sandios...

    Haber pasado,hombre, te habrías encontrado por Siberia con todos los que tanto te molestaron en tu visita a Moscú de hace tres años, homosexuales incluidos por cierto. Mera reeducación adulta, claro. Es lo que tiene el socialismo real, tan preocupado por la educación... que te educa por cojones siempre quieres o no.

    En fin...

    ResponderEliminar
  11. y no, no hablo de delincuentes, hablo de torturados por un sistema que no acepta ni aceptó la libertad individual.

    ResponderEliminar
  12. Y ¿para qué quiere la libertad individual un parado español que no cobra subvención alguna de nada, ni tiene perspectivas de trabajo; o un mendigo, o un deshauciado de su vivienda; o todos nosotros que podemos decir lo que nos dé la gana, pero que no somos ni escuchados ni tenidos en cuenta por los que se autodenominan Políticos?

    ResponderEliminar
  13. No estoy de coña. Jamás he hablado más en serio que ahora. Puedo asegurarle que una profesora de Literatura Rusa me dijo que el Archipiélago Gulag, de Alexander Solzhenitsyn, es una obra de ínfima calidad literaria y, cuestiones políticas, por ella le dieron el Premio Nobel.

    ResponderEliminar
  14. Cómo sois los esclavistas. La órdiga. Qué miedo dais.

    ResponderEliminar
  15. Amigo Javier Ancin,

    Los que defendemos la Dictadura del Proletariado libremente hemos escogido este sistema, a conciencia de lo que hacemos y defendemos. Los que sois súbditos del Capitalismo Salvaje sois esclavos por dos motivos:

    1) Porque estáis bajo el yugo del Capital y de los que detentan el poder del dinero, que no sois vosotros, sino los otros, y todo ello sin daros cuenta;

    2) Porque adoráis unos ídolos que no os consideran ni siquiera esclavos: simplemente se sirven de vosotros como adoradores insconscientes, antes los que un esclavo Romano o Griego quedaría horrorizado.

    Vistas así las cosas, concluiyo que de las formas de esclavitud históricas, la peor es la del que es esclavo en el Capitalismo, y una menos peor era la del esclavo Romano o Griego.

    En la discrepancia ideológica, tenga presente que le admiro de verdad, por lo sólido de sus opiniones, y le envío un cordial saludo.

    Antonio

    ResponderEliminar
  16. "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida".

    No obstante, don Antonio, siempre me ha resultado muy curioso oír a los burgueses hablar de la libertad del proletariado.

    Después de la vida, el hombre sin su libertad no es nada, por eso fue que Eva mordió la manzana y la dio a morder, no nos engañemos, ¿de qué sirve vivir en un paraíso si ni siquiera soy consciente de que estoy desnudo? ; )

    Gracías a todos por los comentarios.

    ResponderEliminar
  17. Dictadura y libremente en la misma frase es una broma no? jajajaja. De verdad. ¿Hablas en serio cuando confiesas tu amor por las dictaduras y por esclavizar a la gente? Asustas, créeme. Y si perdieras en tu afán por esclavizar y al final fueras el esclavizado? La izquierda totalitaria nunca pensáis en que podéis perder, por eso habláis tan alegremnte de recortar la libertad a los demás y de dictarles y de no sé qué más majaderías más en pos de una sociedad bla,bla,bla...

    En tu mundo idílico del socialismo real yo estaría muerto, torturado y asesinado. Como 100 millones en el siglo XX. Por contrarrevolucionario. En la búsqueda del hombre nuevo sólo conseguís exterminarlo, una y otra vez. Cojonuda ideología. En tu socialismo real la discrepancia se paga con la muerte. No hay otro camino. Pero eso ya lo sabes, por eso me asusta y me cabrea que a estas alturas de la película alguien defienda salvajadas como esas que defiendes tú.

    Dictadura... jajajaja. Hay que joderse. A mi que no me dicte nadie, por favor. Sólo eso. No me dictes nada. Ahórratelo.

    Por cierto, te imaginas decir esto en el Berlín de 1988? Sí, en 1988. 23 años. Yo tenía 11. Este mismo comentario. La stasi, tu policía, ya me habría cosido a tiros antes de darle al enter, por fascista, como Peter Fechter, el crío que quiso dejar de ser un “feliz” comunista y que los tuyos no le dejaron porque lo asesinaron al intentar cruzar a occidente.

    ResponderEliminar
  18. hosti, pensaba encontrar esto más o menos tranquilito y veo que hay aquí un rollo camarote de los hnos. Marx.

    La fiebre a veces es una aliada.

    ResponderEliminar
  19. Aliada?? Capitalista salvaje. Haciendo publicidad de El corte Inglés¿?

    ResponderEliminar
  20. Su marca. jajaja. Aliada es su marca blanca.

    ResponderEliminar
  21. Era ironía intelectual Car maja...

    Sois mi familia virtual jeje

    Gracias por tu cariño.

    Gorka

    ResponderEliminar