8 de mayo de 2012

Blogueguería 70: Las reconquistas

Hoy he pasado un momento divertido cuando he salido a correr. No es que me aburra por regla general, pero correr no tiene nada de divertido, de hecho el ejercicio físico es sacrificado, tiene su disciplina, pero practicarlo tiene muchas compensaciones físicas y psíquicas: libera tensiones, te sientes más activo, más dinámico en el resto de las actividades del día, te ayuda a dormir mejor, y un largo etcétera de beneficios.  El deporte y la escritura siempre han sido un instrumento de liberación y un bálsamo para el espíritu, en mi caso.

El caso es que esta tarde, cuando hacía footing por la ronda, aparecía Jota por una perpendicular, deteniéndose junto a un semáforo. Me ha hecho gracia la coincidencia, verlo bajar hacia el mismo punto por donde yo tenía que cruzar... Por un momento he trazado esas líneas imaginarias que dibujábamos ambos y su colisión; uno, despistado, sin percatarse de mi presencia, caminando con normalidad, con las manos en los bolsillos; la otra (yo), manteniendo un ritmo suave, pero avanzando más rapido que él y pendiente de su trayectoria. El momento se me ha antojado extraño, si tenemos en cuenta que hasta no hace mucho gozábamos de libertad condicional: si salía uno, el otro se quedaba a cargo de las hijas. Así ha sido la organización de los días de diario en la ciudad, desde que ellas vinieron al mundo hasta que la edad ha permitido ir recuperando ciertas libertades: organizarse por turnos para poder disfrutar, en cierta manera, de nuestros intereses personales. Es un arma de doble filo, tengo que reconocer: por un lado, se mantiene un espacio vital irrenunciable; por otro, se corre el riesgo de conquistar una independencia que también se convierte en irrenunciable, cierta soledad en la que empiezas a encontrate a gusto. Cuando te encuentras de nuevo con horas libres para  compartir, cuesta reconquistar ese terreno de las aficiones o los gustos comunes.

Pero decía, voy a la gracieta (bobería) que ha tenido su aquel. Al mismo tiempo que Jota se paraba en ese semáforo, se detenía a su lado una mujer más o menos de mi edad, unos cuarenta y tantos, o tal vez cincuenta, más o menos también de mi edad. Yo me aproximaba por el otro lado de la calzada, y al pasar justo enfrente, he saludado a Jota con la mano, sin detenerme aunque he desacelerado la marcha. Él ha sonreído. En ese preciso instante se me ha ocurrido (reconozco el gesto impropio de mí, un inexplicable impulso irresistible, y alegaré enajenación mental transitoria si fuere necesario) lanzarle un beso en plan Norma Jeane: provocación,  ingenuidad y cierta sospecha de cortita de luces... Es lo que ha debido de pensar la cuarentocincuentona, por la cara que ha puesto. Habrá elucubrado con la posible relación: yo podría ser una conocida, de esas que se gastan un pastón en los bodybell, van a gimnasios y toman clases de pádel, soltera o divorciada, y que los sábados salen con otras solteras o separadas, y que terminan en alguna barra de discobar con otros dos o tres maduritos. Jota podría ser uno de esos maduritos con el que habría ligado a última hora de la noche en alguna ocasión. O simplemente no ha pensado nada, aunque lo dudo, al menos ha pensado lo de cortita de luces.

Después de eso, y de los breves segundos que ha durado esta película en mi imaginación, he seguido mi camino. Él seguía esperando el verde.

4 comentarios:

  1. No puedo contar las películas que se producen en mi imaginación cuando veo las guapas cuarentocincuentonas porque tu blog no tiene un signo “sólo para adultos” jaja.

    En serio, estoy de acuerdo contigo que hacer footing es muy sano para psíquica.

    Saludos.

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  2. Me plantearé eso de configurarlo como "solo para adultos", a ver si los curiosos, atraídos por tal azuelo, hace subir las estadísticas ;)

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  3. Carmen,
    Cuando dices ‘azuelo’ ¿quieres decir ‘azuela’? Porque mi diccionario no tiene la palabra ‘azuelo.’

    Hoy se festeja un día de Madre en los EE.UU. Y te felicito y te deseo que tus hijas te traigan mucha felicidad.

    Saludos.

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    1. Quería escribir ANZUELO.
      Gracias por la felicitación, Dim. Entre otras cosas, también me dan felicidad, la adolescencia se haría insoportable si no jaja.

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