13 de mayo de 2012

Blogueguería 72: Jodidos pero contentos

He leído este título esta mañana y me ha gustado. La cosa iba de deporte, Juanma Iturriaga escribiendo sobre la Euroliga o yo qué sé, que a mí, sacándome del mundial del 2010 (¡Iniesta de mi vida!), ni sé ni me importa de qué va la cosa.

Hace tiempo que tengo ganas de escribir esta entrada y no sabía bien cómo hacerlo. Sí, a veces es difícil exponer quejas en un paronama como el que nos rodea, en donde a los ojos de todos, tú eres una privilegiada: rondando los seis millones de inscritos en el paro, salarios tercermundistas, los productos básicos disparándose por las nubes, la amenaza (que será un hecho en breve) de la privatización de la sanidad en todos sus servicios: geriátricos, centros de discapacitados, hospitales y centros de salud, así como la eliminación o cierre de muchos puntos de  atención continuada. Además, asistimos a un brutal recorte de prestaciones sociales de toda índole y la indolente vulnerabilidad de los derechos de los trabajadores.

Decía seis millones de inscritos al paro, que realmente no todos son parados reales, porque ¿cómo dar credibilidad a esta cifra y a todo lo anterior expuesto en el segundo párrafo sin preguntarse por qué aún no hay estallido social...? Afloran las economías sumergidas, a las que los gobiernos abocan a sus ciudadanos cuando el salario se convierte en tan indecente que no es suficiente ni para subsistir. Afloran los pícaros, los explotadores, la competencia desleal, las xenofobias...

Ahí tenemos al 15M, con sus quejas un año más, sí, y ¿qué?

Parece que nos estamos acomodando a estar jodidos pero contentos, porque si yo, trabajadora del SECAM, expongo mi queja por lo que vienen siendo los recortes y la vulnerabilidad de mis derechos como trabajadora en los últimos meses, siempre habrá una voz que me diga que tengo que dar gracias por tener trabajo, y por seguir teniendo un sueldo medianamente decente, y entonces me señalará a fulanito y a menganita, parado y desahuciada respectivamente...

Y no, ¡YA ESTÁ BIEN¡

Basta ya de estar jodidos pero contentos, porque ni "mis gracias" por tener trabajo va a solucionar el problema del parado o del desahuciado, ni mi pena tampoco. En todo caso mi solidaridad, pero esa no pasa por dejar de exponer mi queja, que debería de ser la queja de todos: reivindicar que me sean devueltos mis derechos. La estrategia debe ser otra muy diferente a estarnos echando cuentas los unos a los otros.

Basta ya de tener que dar gracias por tener trabajo, que es mi derecho constitucional, y que tanto sacrificio me costó a mí y a mi familia el que llegara a tenerlo. Y basta ya de tener que andar rindiendo cuantas cada día que sale el sol, porque jamás ni nunca he pedido a nadie que me las rindiera. Que nos rinda cuentas quien nos las tiene que rendir, y que no son otros que los que malversaron y malversan nuestro esfuerzo y nuestra contribución.

Basta ya de que veinte o treinta años, o toda una vida, dedicados a una empresa, ahora no sirvan para nada. La lealtad, el esfuerzo y el trabajo tiene que tener una incentivación o indemnización, cuando menos el agradecimiento. Así lo entienden perfectamente los directivos de la banca, y así parece entenderlo este gobierno que los premia regalándoles nuestro esfuerzo.

Basta ya de bajarme impunemente mi salario al que cobraba hace cinco o diez años, de negarme el derecho a estar enfermo con la posible amenaza del despido o del expediente, mientras que absolutamnete todos los políticos se garantizan sus dignísimos sueldos y dietas.

Basta ya de reducir el personal sanitario en servicios de urgencias, de cerrar puntos de atención continuada con poca población para reducir costes en personal, generando así más paro y un potencial de muertes por falta de atención, cuando el número de cargos directivos sigue siendo el mismo o superior.

Basta ya de mirarnos los unos a los otros con desconfianza y recelos, como enemigos y levantando fantasmas muertos, mientas nuestos gobernantes siguen dando vueltas de tuerca a nuestro futuro, haciéndolo cada vez más difícil e incierto... Basta ya de que nos jodan los de arriba y nos jodan los de al lado (ese pecadillo tan común que es la envidia) y encima parezca que tengamos que estar contentos y vivir con miedo. 

No, no estoy contenta, estoy muy cabreada, tremendamente cabreada con quienes juegan con mi futuro y con el de mi familia, con quienes pretenden dejarnos mudos, desarmados y divididos, enfrentándonos los unos a los otros, porque al fin y al cabo, dentro de lo jodidos que podamos estar todos, yo tengo que estar contenta... Y no mire usteff, estoy bien jodida, y solo estaré contenta cuando se NOS devuelva lo que es NUESTRO. 

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