Mírame,
a los labios,
como si quisieras morderlos.
Al escote
o más allá.
Si quieres,
mírame los pies.
Mírame de soslayo,
con disimulo,
como si no quisieras verme,
pero no me pierdas de vista,
como un animal receloso,
herido...
preparado para atacar.
Mírame,
con el ceño fruncido,
airado.
Mírame sin compasión.
Mírame con desconfianza,
esquivo,
huidizo,
pero no des un paso atrás.
Mírame por mi espalda,
como una traición.
O mírame con piedad,
perdóname la vida.
Mírame,
con los ojos cerrados
como cuando besas,
o te besan,
con la misma cercanía,
con la misma
intimidad...
Mírame,
siempre,
sea como fuere
no me dejes de mirar.
Yo no dejo de mirarte,
o estoy perdida.
Yo tampoco y me gustaría hacerlo más de cerca ;)
ResponderEliminarA tus pies, que no dejaría de mirar.