La noche resuena
como una tinaja vacía.
No es porque la calle esté desierta,
es esa oquedad,
el vacío
del útero estéril que se niega a engendrar.
Es la vida
que no brota por dentro,
que se escurre entre las piernas
como si rompiese aguas.
Foto: Brassaï
Uy, me encantan las oquedades, las no formas, el vacío. Es un tema duro. Me encanta la foto.
ResponderEliminarMake
Brassaï retrata el París nocturno y a sus moradores, que no dejan de ser quienes intentan aliviar las oquedades diurnas al amparo de la noche .
ResponderEliminarUn saludo, Make.