29 de enero de 2015

Una vez hubo un incendio

Si alguna vez hubo un incendio
en este alma que transita por ti,
por las calles de tu ciudad en ruinas
y olvidada,
sigilosa e invisible como el aire
que te envuelve a cada paso...

Si alguna vez este alma asintió
a la locura de un amor sin conciencia,
entre bosques y alboradas que albergaran
su secreto,
ansiosa y desmedida como la sed
en el desierto...

Si alguna vez sintió la llamarada
que avivaba la sangre en  las entrañas,
el hallazgo de la luz presentida de unos ojos
que iluminaron la negrura
de las noches a la espera de ser derramadas
como polvo de mil lunas sobre el agua.

Si alguna vez hubo un incendio,
hoy solo queda la oscura huella de un rescoldo,
una lengua negra y alargada
sobre los muros de esta casa vieja y derruida,
en donde ya nada habita
salvo el viento que tiembla entre el escombro.

Y es que, sí, una vez hubo un incendio...






2 comentarios:

  1. Un regalo para los sentidos.

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  2. Hola Carmen, sí, una vez, hubo un incendio, llama de amor viva. Lengua de fuego hoy convertida en la lengua negra y alargada de la noche más oscura.
    Si no hubiese habido ese incendio, no hubiese vivido.
    Make

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