8 de marzo de 2015

Amaneció así




Hoy, el invierno amaneció así
de tan azules trazos
y deslumbrante luz,
de inequívocos anuncios de primavera.

Si de inviernos idos los hubo iguales
de tal cosa ya no hay memoria,
algo clama en este instante
que nunca hubo amanecer como este.

Liviana es la mañana y su aire tibio
cual velo de seda sobre la piel,
cual pétalo desprendido de flor de almendro,
que, resignado y lento, se posa sobre el suelo.

Pudiera ser ese azul unos ojos de mar,
un cachito de cielo
en donde un pájaro ensayó una forma insólita de vuelo,
mas esos que a mi alma encogen
tienen el color árido de un puñado de tierra
y el brillo desmedido de una pena.

Se acabará la flor del almendro
porque todo tiene que acabarse,
como unos ojos se cansar de mirarse en unos ojos,
como nace y muere un deseo.

Pero hoy, hoy amaneció así,
con tan azules trazos
tan deslumbrante luz
de inequívoco anuncio de primavera
Y tal vez hubo algún amanecer igual
pero de tal cosa ya no me acuerdo. 









2 comentarios:

  1. Tu mirada contemplativa es serena y hermosa, Carmen. Gracias por estos bocetos de vida que nos muestras.

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  2. Gracias a ti, Raúl, por tus comentarios y fidelidad a este blog ;)

    Un abrazo

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