24 de julio de 2012

Blogueguería 90: Los cincuenta polvos de Grey

Comencé su lectura motivada por el entusiamos de amigas que decían haber descubierto en él el libro del año (vale, bien, también por el morbo...). "Es un libro que toda mujer debería leer. Ellos no lo entenderían", algo así me dijo mi amiga Pilar. Ya había leído, meses atrás, en los periódicos, el fenómeno denominado "pornomamá". Arrasaba en EEUU, también en Inglaterra y, por último, llegaba a España colocándose como número uno de ventas... La canción del verano de Georgie Dann mientras cantantes con valía no encuentran discográfica, o algo así.
Quien tenga interés en leerlo lo leerá, se lo comprará, o se lo prestarán igualmente, aunque yo reviente la historia desvelando su principio, porque así lo haré para apoyarme en la crítica del fenómeno editorial mundial, una historia ñoña y sin alardes literarios de ningún tipo, que bien podría definirse como la fantasía erótica de una mujer insatisfecha o de una adolescente virgen. Sé que vuestros intereses y gustos son más elevados que todo esto...

Comienza 'Las cincuenta sombras de Grey' con la protagonista saltando sobresaltada de la cama. Llega tarde a una entrevista, para la revista de la universidad, con el más afamado empresario de la ciudad, tan famoso, todopoderoso e importante que desconoce cómo es, ni físico, ni edad... nada, nunca lo ha visto en periódicos ni revistas. Anastasia Steele es una jovencita estudiante, está en el último año de carrera (no recuerdo si especifica cual, pero eso en lo que nos aborda es indiferente) y comparte piso con su compi Kate, guapa, divina, lider de la clase, rica, la que siempre va al baile de fin de curso con el más guapo... es decir, esa amiga que siempre hemos odiado y hemos querido ser y que te hace sentir una insignificante piltrafilla. Pero ellas se adoran, son dos megaguays amigas. La entrevista tendría que hacerla su amiguita Kate, pero está enferma... ¡qué contrariedad!, y el marrón se lo endosa a la pobrecica Anastasia.

Ana llega al edificio Grey, que es, es... ¡uau! (creo que aquí suelta el primer uau), y precioso, todo es precioso. Las señoritas empleadas son todas rubias, maravillosas, elegantísimas... de pasarela. Cada una conoce a la pefección sus funciones: una la anuncia, otra la acompaña y otra le abre la puerta del despacho de nuestro hombre misterioso... La entrada de Ana es triunfal, cae de bruces en la alfombra (¿nos suena esta escena a lo Bridget Jones? A mí sí, puro plagio. Primer bochorno ante el recurso estereotipado de mujer "jaimita")... Primera toma de contacto, ella lo mira: Qué joven es, uau!!, y qué guapo!!, qué elegante!! Uauuuu!!! Le habré parecido una estúpida (pues mira, sí)... La entrevista es penosa, con ella E.L. James intenta recrear inútilmente un halo de misterio en torno al jovenzuelo buenorro, (¡Qué bueno está!, creo que es otra expresión que usa nuestra heroína), y yo solo me acuerdo de Richard Gere haciéndose el interesante en Pretty Woman. Fin de su primer encuentro...
Sin venir a cuento y sacado de la manga, como si de una Atracción fatal se tratara, nuestro hombre misterioso advierte a nuestra joven, ingenua e insegura Ana (ah, y virgen), de que es un hombre que no le conviene... Basta que a una mujer le digan eso para que esa misma noche se te meta en la cama. Dicho y hecho... tras una aparición en una fiesta, al puro estilo de vampiro de Crepúsculo, en donde ella, borracha, casi es objeto de un abuso sexual por parte de un amigo... ¿Os suena la escenita? crepuscular total, ya no sé si de la primera parte, de la segunda, o de cuál... El caso es que sin saber cómo, Grey aparece allí y la salva de las garras de semejante cabroncete.

Total, el juego de seducción ha funcionado, ¡uau! Ella cae rendida a sus pies y acepta una cena. Él va a recogerla en helicóptero (¿Más escenas conocidas? Pretty Woman llevada a la ópera, Demie More en Una proposición indecente, agasajada por el maduro y apuesto millonario Redford, que la pasea en su avión o helicóptero -no recuerdo bien- hasta su enorme yate. La paseará también en su descapotable deportivo). Una vez en su guarida, le propone ser su sumisa y le da un contrato de sumisión que tendrá que firmar... Y aquí empieza todo en el libro: sexo explícito, fantasías eróticas descritas sin ningún pudor, porque Crhistian Grey solo folla, no hace el amor.

Nada más, 'Las cincuenta sombras de Grey' solo tiene eso, polvos descritos tal cual, prácticas sexuales explícitas... Ningún alarde de literatura, ningún personaje interesante, todo lo contrario, rayan el absurdo y la ridiculez, estereotipos de películas para adolescentes, ningún diálogo de elevadas miras, ni sobre el amor, ni sobre las relaciones de posesión/sumisión, ni sobre el dominio que en un momento dado un hombre ejerce sobre una mujer o viceversa, ni sobre el poder, la riqueza y su injusticia... Nada, todo es superfluo y pueril, salvo las reales escenas de sexo con sus gemidos.


La historia podría haber sido la de una mujer madura que se enamora perdidamente de un hombre joven, incursionar en su interior, en su lucha de sentimientos encontrados. El deseo irrefrenable, el choque generacional, cultural, económico... Se podrían  haber recreado esos dos mundos desde sus dos perspectivas: sus intereses, sus valores, su manera de concebir el amor, el sexo... etc, etc... E.L. James ha elegido el camino más fácil, el de follar sin darle más vueltas al coco. Y éste es su éxito, el que a millones de mujeres les interese leer sexo más que practicarlo, o el que millones de hombres no sean un pibón bien dotado como Crhistian Grey. ¡Uau!

5 comentarios:

  1. 'Follar sin darle más vueltas al coco', Carmen soy incapaz de follar y pensar. Cada cosa en su momento.

    Un beso.

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  2. Muy agudo, Juan Ignacio.
    ¿En qué estaría yo pensando al poner eso?? Como nosotras, al tiempo, estamos pensando en que el techo necesita una mano de pintura...

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  3. Carmen,
    He preguntado mi mujer, quien ya ha leído este libro, si me recomendaría leerlo en español para ampliar vi vocabulario español. Ella me ha contestado, “pero tú ya sabes la palabra ‘follar’ en español, ¿no?”. También ella dijo que el libro no tiene ningún valor de todo como obra literaria; aunque se la ha calentado (su servidor fue beneficiario de esto jaja). Y hablando de “puro plagio”; en esto estoy de acuerdo. No hay ni una escena en todas las películas de porno y todos los libros de erótica que yo ya no he rodado en mi mente :).

    Saludos.

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  4. A propósito me he fijado que no se han traducido el título del libro en español correcto. El título de este libro en inglés es “Fifty Shades of Gray.” En inglés “shade” puede tener significado ‘sombra’ o 'tono’ de color. La palabra “Gray” en inglés es ‘gris.’ Entonces el título es el juego de palabras ‘Cincuenta Tonos de Gris’.

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  5. Querido Dim, tu mujer dice bien, si ya sabes lo que es follar en castellano, el libro no enriquecerá mucho más tu vocabulario, porque uau es una onomatopeya universal, los perros aullan igual aquí que en EEUU.
    Fuiste un "sumiso" encantado de enfriar ciertos ánimos exacerbados por la lectura. Creo que es la tónica general en todos sus lectores, la exaperación ante semejante aunsencia de calidad literaria.
    Gracias por la traducción de ese título, mucho más sugerente que el que le han dado en castellano.

    Un abrazo.

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