Mi padre estudió Farmacia. Se licenció en la Complutense de
Madrid, en el año 82. Sus padres, mis abuelos, eran oriundos de un pueblo de
Badajoz. Podría inventarme que corrió delante de los grises, como cuentan
algunos de su generación, pero no, mi padre fue un joven tranquilo al que lo
único que le importaba era algo tan normal como terminar su carrera, encontrar
trabajo y formar su familia.
Y así sucedió: primero terminó su carrera; después conoció
a la que sería su mujer, una auxiliar de clínica que también procedía de un
pueblo de La Mancha; después de varias oportunidades de trabajo que no le
satisfacían y tras el fracasado intento de abrir su propio negocio, una
farmacia, encontró un trabajo definitivo que parecía gustarle. Dos años
después se casó.
Mi padre había prosperado. ¿Y qué significaba prosperar? Significaba
vivir mejor de lo que habían vivido sus padres: económicamente, socialmente,
laboralmente, me atrevería a decir que personalmente, porque las condiciones de
vida de nuestros abuelos influían en sus relaciones personales y familiares,
también en sus enfermedades, en su ocio...
Prosperar significa calidad de vida. Fue toda su vida un estudiante becado, en aquellos años en
los que las oportunidades solo eran para unos pocos. La universidad era para
quienes podían pagarse las matrículas, los libros y los colegios mayores. Los
trabajos mejor remunerados solo estaban al alcance de los mejores cualificados,
por eso estudiar una carrera era garantía de poder vivir mejor.
Y siguió prosperando. Prosperaba como parecía prosperar
todo: la universidad se hizo accesible para todos, había trabajo para
cualificados y no cualificados al alcance de todos… La España democrática
avanzaba en derechos sociales, laborales, oportunidades y una aparente calidad
de vida. Así, hasta que el político de turno vio en esa bonanza también su
oportunidad para prosperar. Y se desató el delirio.
En las consecuencias de ese delirio estamos: un país sumido
en el caos, en el bochorno de la corrupción de sus políticos, sean cuales sean
las siglas de su partido. Un retroceso de derechos, ausencia total de
oportunidades, desprotección social, precariedad generalizada.
Hola Carmen,
ResponderEliminarMuy interesante entrada. Lo siento de lo que está sucediendo en tu país.
Y si no te importa, ¿me podrías explicar que quiere decir la expresión “corrió delante de los grises”?
Gracias de antemano.
Un abrazo y que tengas un buen fin de semana.
Hola Dim, de color gris era el uniforme de las fuerzas del orden franquistas. Las protestas estudiantiles o cualquier manifestación contra el régimen se abortaba rápidamente mediante la violencia de estos contra los grupos de manifestantes. De ahí lo de correr delante de los grises (las fuerzas encargadas de persuadir a los manifestantes a palo limpio. Algo que, paradógicamente, ha sucedido y está sucediendo actualmente en las múltiples manifestaciones y concentraciones, en plena democracia, empezando por el 15M y similares, solo que ahora sería correr delante de los azules (sus uniformes son azul marino).
ResponderEliminarUn saludo
Carmen,
ResponderEliminarMuchas gracias por la explicación.
Un abrazo