30 de octubre de 2013

Detener el tiempo

He detenido el tiempo por un momento
Detengo la muerte de una flor
Detengo una palabra en la boca que hubiese roto una ilusión
Detengo un adiós
Detengo un comienzo
Detengo un último tren
Detengo una lágrima en el precipicio de un párpado
Detengo un dolor en el pecho
Detengo un suspiro de desaliento
Detengo una impepinable decisión
Detengo un beso
Detengo dos cuerpos desnudos en una habitación de hotel
Detengo a un suicida sobre un puente
Detengo un puño cerrado
Detengo una bala dentro de un cañón
Detengo una bolsa a punto de romper aguas
Detengo a un ladrón a punto de entrar por una ventana
Detengo una duda que iba a asaltar a alguna cabeza
Detengo un deseo que solo sembraría dudas
Detengo tus pasos a la entrada de mi puerta
Detengo un verso

Me detengo...


2 comentarios:

  1. Me ha recordado al cuento de Borges, el del soldado que está a punto de morir y el tiempo se detiene justo cuando la bala va a impactar contra su cuerpo. El poema es bueno, me gusta.

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