5 de febrero de 2014

Félix Grande

Entono el mea culpa por haber llegado hasta él sólo de rebote, algún poema suelto por carambola. Algún día anoté su nombre para buscar su bibliografía, y esa nota terminaba perdiéndose en el fondo del bolso, como tantas otras con más nombres: Clarice Lispector, Allen Ginsberg, Paul Verlaine... Habrá más amaneceres, largos días llenos de lecturas y de nombres nuevos. La poesía tiene esa mala costumbre: la de salir a nuestro encuentro.

Hoy me ha llegado La canción de la tierra, espero en breve Libro de familia.

Este poema suyo como humilde homenaje al poeta y al gran hombre.

---------RONDÓ

Vidas, sueños, todo lleva
el mismo curso: el del tiempo.
Sueños, ilusiones, todo
se queda en un aguacero 
sobre el corazón, que poco
a poco amaina.
---------------En el tiempo
tiritan de frío todas
las vidas, todos los sueños.

Y este río silencioso 
que atrae y diluye dentro
de sí sueños, vidas,
un día, como un barbecho,
se vuelve a abrir, y se vuelve
a poner en pie el misterio
de las cosas: vuelven, vuelven
las ilusiones; los sueños
vuelven, vuelven... Y otro día
se vuelve a quedar desierto
todo; vuelve, vuelve, todo 
vuelve a quedarse desierto.
Qué juego tan impreciso, 
qué extraño juego, qué juego
tan difícil. Y eso que
la vida parecía un juego.

Que todo sea mentira
o todo verdad, ni es cierto
ni deja de serlo: todo 
se queda en un aguacero
sobre el corazón, que poco
a poco amaina.
---------------Sabemos
cuando sentimos, y cuando
no sentimos, vemos; pero
unificar...
---------Ilusiones,
sueños... Todo en el silencio,
igual que si su certeza 
no hubiera existido. 
-------------------El tiempo
niega, oculta, y un buen día
destapa, afirma, y de nuevo
vuelve a negar; qué difícil
proceso, qué extraño juego.
Sueños, ilusiones, todo
se queda en un aguacero
sobre el corazón, que poco
a poco amaina.
-------------- Recuerdos, 
vidas... Todo se diluye
abandonado en el tiempo.



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