22 de mayo de 2014

Taller de reparación

Buenos días.

Buenos días, ¿qué quería?

Sí, mire... es que no puedo con ella, no se qué le sucede últimamente, pero es como llevarla arrastra... Hace un ruido extraño, como un motor a muchas revoluciones dentro de una garganta... No sé si me explico bien, yo de mecánica no tengo ni idea. Temo que me deje tirada en cualquier parte. Si pudiese echarle un vistazo...

Veamos... ¡Bufff, es que este modelo ya ni se hace! La obsolescencia programada también ha llegado a esto. ¿Usted repara un reloj, o una lavadora, o una batidora? No, los tira y se compra otros, porque ya nada tiene sus piezas de recambio. Pues en esto igual. Su serie salió muy buena, pero es como todo, la gente ya no pierde su tiempo en estas reparaciones, ni tan siquiera se plantean si tiene arreglo la cosa... o ir con ella por ahí con ese runrun que dice. Es molesto... No hay cosa más molesta internamente que el runrun del alma. Ya le digo, se compran una de usar y tirar. Las venden en los chinos.

¿No me diga? ¿Almas de usar y tirar?

Como lo oye. Además funcionan como los móviles modernos, y tienen sus  aplicaciones: que tienes una relación complicada, instalas la aplicación Resolución de conflictos afectivos; que llegan las elecciones europeas y no sabes a quién votar, seleccionas Modo Racional_ Elecciones Europeas, y te va despejando dudas... Y así todo. Y van sacando modelos cada dos por tres. ¿No ha observado usted que la gente ahora va por ahí como alelá? Es que se les pone esa cara, como si la vida no fuese con ellos...

Me está dejando usted de una pieza...

Pues es lo que hay. A nosotros no nos compensa, claro, nos está hundiendo el negocio, ya ve cómo está el taller, ¡ni un alma!, y nunca mejor dicho. La crisis le está pegando duro a todo, amiga, hasta a las almas. De la suya ya no hay piezas de recambio. Si es algo serio que requiera reposición, habrá que buscar en un desguace.

¡En un desguace! Mire, no, eso de llevar una pieza del alma de otro no me convence. Haga todo lo posible por reparar esta, tiene que aguantarme hasta el final... Almas de usar y tirar... ¡Qué disparate!

Mujer, yo le garantizo que en los desguaces de almas se encuentran piezas en muy buen estado, no le digo que por no molestarse el personal ya ni se la venden al diablo. Ese hace menos negocio que nosotros todavía.

Bueno, ande, deje de nombrar al diablo y dígame qué le parece...

Pues mire, va a tener suerte, creo que sólo está gripada, la ha forzado mucho últimamente, ¿verdad?

Tal vez, ya sabe, a veces las circunstancias te hacen llevarla al límite, la aceleras, la frenas de golpe...

Ya, bueno, hay que darle un buen repasito, desobstruír los manguitos de desagüe. ¿Ve toda esta porquería, como cieno, que se acumula en las válvulas de escape? Lo que me sorprende es que no haya estallado... Pero esto se limpia, se petrolea y como nueva. Me llevará un par de días. No sé si le trastoca mucho.

Nada, no se preocupe, me vendrá bien andar por ahí un tanto licenciosa.

Ok, pues el viernes puede pasarse a recogerla.

Ok, gracias, hasta el viernes.




5 comentarios:

  1. Pues si que sería un negocio muy extraño, lo que pasa, es que dudo que no existiera un contrato de permanencia con cada adquisición... mejor, me quedo con la original, hasta dónde llegue, siempre habrá un taller de toda la vida, para ir parcheándola. Un abrazo

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  2. El contrato de permanencia sustituiría a lo de vender el alma al diablo, en este caso se la vendemos a la operadora de almas de usar y tirar.

    Un abrazo

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  3. Que estupenda entrada. No solo desde punto de vista de historia metafórica sino para aprender español. Para mí, encuentro muchas nuevas palabras y expresiones. Siempre me da un asusto, cuando viajo a un país hispanohablante, andar a un taller de reparación y explicar el problema. Hay que tener un dominio de la lengua muy bueno para hacerlo. Claro que nunca tengo problemas con mi alma porque como tú sabes, nosotros, norteamericanos, no tenemos alma; solo pensamos de dinero y sexo :)

    Que tengas muy bien fin de semana.

    Un abrazo.

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  4. Querido Dim, no pierdas nunca tu agudo sentido del humor. Los chinos, tan comunista ellos, en lo que se refiere al mercado, son más fieros que el puro capitalismo: competencia insuperable y todo de usar y tirar, ni que fuesen norteamericanos.

    Un asusto, no , creo que quieres decir que te asusta (del verbo asustar: dar miedo), pero su sustantivo es SUSTO. En este caso es más correcto decir "me da miedo andar en un taller", o "me asusta andar en el taller". Asusto como sustantivo no existe, es tiempo verbal: Me asusta la oscuridad, me asusto de sus ronquidos... ;)

    Era una señora tan fea que me dio un susto de muerte.

    Un abrazo grande!

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  5. Carmen,
    Te agradezco muchísimo por tus palabras amables y por corregirme.
    Un abrazo!

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