27 de octubre de 2015

Carne procesada

Un viejo amigo que trabajó durante años en una fábrica de salchichas dijo que, desde entonces, no las había vuelto a comer (ni las comería) jamás. 

La OMS ha generado una absurda e innecesaria alarma, además de enfadar muy mucho a quienes su negocio depende de las carnes y sus derivados, que al fin y al cabo es el pan suyo de cada día (este, el pan, también es sospechoso, no se vayan a creer, sobre todo desde que el pan no es harina de trigo, agua, una pizca de sal y levadura natural).

Si nos paramos a pensar por un momento en eso de "los derivados" de la carne ya da un poco de inquietud, porque originariamente la carne no debería ser ninguna materia prima de ningún otro producto derivado de ella. De la leche se deriva el queso, la cuajada, el yogur... Queda un poco ridículo que de la carne se derive una salchicha (aunque, mirándolo bien, se trata igualmente de un proceso de transformación). La carne, para que aporte todos sus nutrientes, desde proteínas hasta minerales como el hierro, debe consumirse en su estado más puro, no transformado, y, sobre todo, más fresco, es decir, a las pocas horas del sacrificio del animal del que procede. Lo demás, hasta la matanza de la abuela, lleva conservantes y todos los ante inimaginables para potenciar sabores, evitar la putrefacción, dar color, etc, etc.

No obstante, ya podía preocuparse la OMS por la huerta murciana, que según indica un estudio, son tantos los pesticidas y sustancias químicas que se usan en los invernaderos que está acabando con el semen de todos los murcianos y alrededores, un genocidio encubierto desde el germen de la vida, oigan. Y no me lo invento, es un dato de un estudio realizado en 2013¿? sobre la calidad del semen de los españoles.

Me pongo seria, lo del semen es que quería colarlo como dato (aunque lo del semen es muy serio): que la OMS avise de que las carnes procesadas son cancerígenas no debe alarmar a nadie, eso ya se sabe, o se sospecha. Y quien crea que con lo que cuesta una bolsa de salchichas, tras un proceso industrial, como lo que se paga por una hamburguesa servida con patatas de guarnición (al loro con esas patatas, que son igualmente sospechosas), está pagando y consumiendo realmente carne es que es de una ignorancia que me despierta ternura.

Pero... Y a esto iba, al pero, podemos hacer una prueba: cada cual se dirija a su frigorífico y coja el primer producto elaborado (o procesado) que encuentre, y leamos su composición. Moriríamos de inanición si hubiese que tirar a la basura todo aquello que está, de una manera u otra, procesado.

Conclusión (lo que decía mi madre): lo que no te mata te hará fuerte. Coman una dieta variada: pescados de viveros con hormonas para que el salmón crezca rápido y pese el doble, verdura fresca de la huerta murciana, frutas maduradas en cámaras frigoríficas y tratadas contra plagas y etc, carnes de vacuno, cerdo y pollo hormonados, etc, etc, fileteadas, picadas o en formato salchicha reventona, que de algo hay que morir. Pero, a ser posible, cómanla mejor fresca, y me atrevo a decir, incluso, que mejor viva (pero no como Hannibal Lecter), es la más saludable e inocua.


No hay comentarios:

Publicar un comentario